El grooming se dispara en cuarentena

En período de cuarentena algunos índices delictivos parecen disminuir, por regla general, pero ese no es el caso de los crímenes informáticos, en particular del grooming. Los ciberdelincuentes logran abrir puertas y burlar sistemas de alarmas para ingresar a los domicilios y buscar a sus víctimas.

 

Se conoce como grooming a una serie de conductas y acciones emprendidas por un adulto, a través de perfiles falsos en internet, con el objetivo deliberado de ganarse la amistad de un menor de edad para abusar sexualmente de él. Si bien los niños y adolescentes pasan más tiempo en casa por la cuarentena, esto no quiere decir que estén más alejados de los peligros. Por el contrario, podrían estar más expuestos si el victimario está en casa o en su propia habitación.

 

Y es que el aislamiento preventivo a partir del Coronavirus y la hiperconectividad conforman un caldo de cultivo para la aparición de este tipo de delincuentes. Así, por ejemplo, en España, se detectó un aumento del 507% en estos casos durante la cuarentena. Según los especialistas, la mayoría de los sujetos que ejecutan la modalidad de grooming lo hacen a través de perfiles falsos.

 

Señales de alerta

 

 

Existen una serie de situaciones o conductas a las que hay que prestarles atención para detectar a tiempo cuando un chico o chica está siendo víctima de un hecho de estas características. Uno de ellos es la modificación del lenguaje corporal, fluctuaciones en los estados de ánimos, ansiedad y baja en el rendimiento escolar.

 

También un indicador puede ser el ocultar los dispositivos móviles, la insistencia en querer conectarse o estar conectados hasta altas horas de la noche. La víctima de grooming elige confiar en un amigo o una amiga y le cuesta mucho abrirse a contarlo a sus padres o a un adulto referente, por la propia estigmatización.

 

Cómo evitar el grooming

 

 

En el caso de los niños:

 

  • No hablar con desconocidos. Tampoco activar la cámara web si no se conoce a la persona con la cual se chatea.
  • Desconfiar de quien pida que no se cuente a nadie la conversación.
  • Cuidar la intimidad. Si cualquier persona (conocida o desconocida), solicita imágenes desnudas o videos íntimos, no se deben enviar. Con el material podría extorsionar y amenazar con publicarlo, enviárselo a amigos, familiares o compañeros de escuela.
  • Una vez que se sube un contenido a internet se pierde el control sobre eso y cualquiera puede acceder a este. Todo lo que hacemos en el mundo digital impacta en el mundo físico.
  • No acceder a ninguna actividad que cause incomodidad. Hay que saber decir que no.
  • Compartir información en internet solamente con las personas que conoces personalmente y que son de tu confianza.
  • No compartir contraseñas, ni con amigos ni con personas desconocidas.
  • Dedicar unos minutos a configurar la privacidad de todas las redes sociales.

 

En el caso de los padres:

 

  • Hablar con los hijos sobre cómo navegar en internet, con quién hablar, qué redes sociales utilizar, etc. Conversar sobre los riesgos on line.
  • Prestar atención a cambios repentinos de conducta: depresión, miedo, angustia, nervios, etc.
  • Entender junto a ellos que, así como en la vida física hay personas que pueden hacernos daño, en la vida digital pasa exactamente lo mismo.
  • Es importante trabajar en una relación de confianza con ellos, donde pueda hablarse de estos temas sin pudor, ni miedo.
  • Preguntar si se chatea con desconocidos y sobre qué y si les han pedido cosas.
  • Prestar atención al vocabulario utilizado en el chat, puede ser un indicativo para dilucidar si estamos frente a un adulto y un potencial caso de grooming.
  • Cuidar la información que se publica sobre los hijos.
  • Ayudar a los hijos a configurar la privacidad de todas sus redes sociales.

 

El grooming es un delito y debe ser denunciado.

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