El reconocimiento facial como nueva herramienta de seguridad

El reconocimiento facial, luego de muchos años de maduración, parece haberse ganado un lugar firme en nuestra sociedad. Los avances tecnológicos biométricos han abierto nuevos horizontes y se puede decir que ya esta alternativa se encuentra generalizada, tanto en el sector público como privado.

 

Países como Estados Unidos, Rusia, India y China ya utilizan esta tecnología con el objetivo de incrementar su seguridad. Europa no se ha quedado atrás y precisamente por esto en abril de 2019 aprobó la creación de una base de datos biométricos, entre los que se encontraba el tratamiento de rostros mediante reconocimiento facial. En la misma línea, a principios de 2020, Londres anunció que comenzaría a implementar el sistema de reconocimiento facial “en vivo”, en algunas calles de la ciudad con fines de seguridad.

 

En cuanto al sector privado, algunas grandes corporaciones como GoogleFacebookAppleAmazon, entre muchas otras, también utilizan dicha tecnología para finalidades que van desde la seguridad hasta la mejora de la experiencia del usuario de un servicio en sus distintas variantes, permitiendo, a modo de ejemplo, la realización de pagos a través de un smartphone mediante dicha tecnología, el etiquetado automático de fotografías en una red social, la mejora en la agilidad de algunos trámites.

 

El reconocimiento facial en los últimos años ha evolucionado de forma exponencial. Es muy raro que no dispongamos aun de algún dispositivo con reconocimiento facial, pues viene incorporado ya en cualquier ordenador con Windows Hello y cámara IR, cualquier dispositivo de Android de última generación, o el ya popular sistema Face ID]de los nuevos iPhone X. Facebook, con 1.450 millones de usuarios activos en todo el mundo, emplea el mismo sistema para reconocer rostros y etiquetar automáticamente a los usuarios en fotografías.

 

Ventajas del reconocimiento facial

 

 

Esta tecnología de identificación de individuos analiza las características biométricas del rostro humano. En sus inicios partía de modelos geométricos simples, pero hoy su nivel de sofisticación es muy elevado, gracias al desarrollo de procesos matemáticos complejos y algoritmos de coincidencia.

 

Los sistemas de reconocimiento facial pueden ser de dos tipos:

 

  1. Basados en cada uno de los rasgos faciales (distancia entre los ojos, forma de la nariz y de la boca…).
  2. Fotométricos, basado en la geometría del rostro completo.

 

El rostro ya se utiliza en diferentes lugares del mundo para desbloquear móviles, sacar dinero en cajeros, pagar en establecimientos, realizar controles en aeropuertos o identificar a sospechosos en eventos multitudinarios como partidos de fútbol o conciertos.

 

En 2018, la cantante estadounidense Taylor Swift usó, sin advertir a los asistentes, un software de reconocimiento facial en un concierto en Los Ángeles para detectar acosadores entre su público. Este es solo uno de los ejemplos que en los últimos meses ha levantado polémica entre organizaciones de defensas de los derechos.

 

El avance de esta tecnología ha despertado el interés de diversos mercados y sectores, y su implantación en el universo de los smartphones la ha introducido ya no solo en las empresas, sino también en los hogares. De esta forma, ya es posible desde desbloquear un teléfono móvil mediante reconocimiento facial, hasta autorizar pagos en nuestras compras. El aeropuerto de Orlando, por ejemplo, ha incorporado un software para agilizar el flujo de pasajeros internacionales, y las fuerzas de seguridad comienzan a emplearlos para localizar personas desaparecidas o capturar a criminales dados a la fuga.

 

Una herramienta no exenta de polémica

 

 

La tecnología de reconocimiento facial no tiene porqué ser percibida per se como intrusiva o desproporcionada. Hay muchas funcionalidades en materia de seguridad, como su uso para el desbloqueo de un móvil como control de acceso en lugares de alta seguridad, que no generan ningún tipo de debate ético.

 

El problema generalmente llega cuando uno no es consciente del uso del reconocimiento facial por la falta de transparencia, cuando dicha tecnología no contempla medidas de seguridad adecuadas al tipo de tratamiento, o incluso, cuando por medio de esta se pretende obtener datos comportamentales de los usuarios (como la expresión del rostro al ver un artículo o evento) sin ofrecer suficientes garantías.

 

“La tecnología de reconocimiento facial no es ni buena ni mala, es una herramienta. La cuestión está en el uso que hagas de esa herramienta”, subraya Luis Baumela, ingeniero informático y profesor del departamento de inteligencia artificial de la Universidad Politécnica de Madrid. Para él, el sistema de desbloqueo facial de un smartphone “no genera ningún tipo de dilema ético”. El problema llega, según sostiene, “cuando esa información tuya, en vez de quedarse localmente en tu teléfono, se lleva a un servidor central y se combina con muchos otros datos tuyos y rastros que vas dejando en la web. Con esa información combinada se puede saber casi saber todo sobre ti”.

 

El gran reto de los legisladores consistirá en poder regular esta tecnología, tratando de no sesgar el desarrollo natural de las sociedades y preservando a su vez los derechos y libertades de los ciudadanos. En estos primeros avances legislativos de esta tecnología encontramos que el estado de California ya ha elaborado la primera regulación al respecto y ha aprobado prohibir el uso del reconocimiento facial través de cámaras, en espacios públicos del Estado.

 

En lo que respecta a la Unión Europea, el Parlamento Europeo ha aprobado la creación de una base de datos biométricos, que abre la puerta al uso de esta tecnología para la identificación de ciudadanos dentro de la UE, así como de aquellos que pretendan ingresar al espacio Schengen, con finalidades de seguridad y de persecución del terrorismo. Con una posición menos conservadora y garantista, en el continente asiático, China realiza un uso extendido en varias de sus ciudades y pretende aumentar su uso en los espacios públicos para controlar la conducta de los ciudadanos.

 

Pero lo cierto es que nos encontramos en una fase inicial donde los legisladores europeos se encuentran ante un nuevo reto de regular una tecnología vanguardista, tratando de facilitar el desarrollo y evolución natural de las sociedades, sin que ello conlleve renunciar una vez más, a cierta parcela de privacidad en beneficio de los poderes públicos.

 

Usos que en la actualidad se dan al reconocimiento facial

 

– Pagos por reconocimiento facial: En China los pagos a través de sistemas de reconocimiento facial ya son una realidad. Detrás de este avance está la empresa Face++ que ya ha puesto su tecnología al servicio de empresas tan conocidas como Alibabau otras compañías de transporte de viajeros que, gracias a la identificación de 83 puntos de coincidencia, identifican el rostro del cliente y autorizan los pagos a través de la aplicación.

 

– Localización de personas desaparecidas: Los sistemas de reconocimiento facial están resultando tremendamente útiles para la localización de personas desaparecidas. Una de las primeras experiencias se ha desarrollado en India, en donde se han sincronizado las bases de datos de niños extraviados (Trackchild) con un software de reconocimiento que ha dado como resultado miles de identificaciones positivas en solo unos días.

 

– Agilidad en los trámites de los aeropuertos: El aeropuerto de Orlando ha ahorrado miles de horas y trámites a sus viajeros al incorporar un software de reconocimiento facial para las salidas y llegadas de vuelos internacionales. De esta manera, no es necesario aportar documentos porque unas cámaras de alta resolución escanean tu rostro y lo comparan con las bases de datos de las diferentes agentes de seguridad internacionales para, de esta manera, dar el visto bueno al embarque o aterrizaje en poco más de dos segundos.

 

– Desbloquear tu teléfono móvil: Si eres usuario de iPhone Xseguramente conocerás esta tecnología y la emplearás para acceder a tu teléfono móvil. Si lo eres de Android, tendrás que esperar muy poco porque ya se anuncia que los nuevos modelos de Samsung la incorporarán en las próximas fechas. La tecnología de reconocimiento facial es, sin duda, uno de los grandes atractivos del nuevo teléfono móvil de Apple que incorpora Face ID tanto para desbloquear el terminal, como para dar el visto bueno a compras u operaciones a través del móvil.

 

– Reconocimiento facial en Facebook: Una vez más la polémica señala a Facebook por el uso de los datos de sus usuarios sin un consentimiento expreso. En este caso estamos hablando de que la compañía de Zuckerberg habría retomado las pruebas del reconocimiento facial de una parte de sus usuarios para realizar pruebas sobre la incorporación de este sistema a sus servicios. El problema es que no habría pedido permiso y habría activado esta opción para miles de sus usuarios. El gigante informático lo justifica en el hecho de que esta tecnología puede evitar casos de suplantación de identidad en Facebook y otras redes sociales.

 

– Supermercados sin personal: Los usos de la tecnología de reconocimiento facial van a ser especialmente relevantes en el sector del retail. Ya se están probando sistemas que permiten comprobar el grado de satisfacción o insatisfacción de los consumidores, así como supermercados en los que no hay nadie en la caja; solo un software de reconocimiento facial que escanea tu rostro y te recuerda que no puedes marcharte sin pagar o que te calcula tu factura en función de los datos que vas registrando en una aplicación móvil.

 

– Favorecer la inclusión de las personas ciegas: La tecnología de reconocimiento facial se está probando para mejorar la inclusión y la calidad de vida de las personas ciegas o con discapacidad visual grave. Gracias a estos sistemas se ofrece información a las personas invidentes sobre el entorno que les rodea, así como de las personas que, previamente, han aceptado formar parte de la base de datos de una aplicación móvil que opera con Windows 10.

 

Estos son solo algunos de los usos de la tecnología de reconocimiento facial, aparte de la evidente de seguridad en espacios públicos que se ha puesto en marcha desde hace años.

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