Hay que asegurar los activos digitales con “guardaespaldas virtuales”

Mucho se ha publicado y tratado en reuniones, foros y conferencias de los ataques cibernéticos contra ciudades, bancos y transnacionales en el mundo: el ciberterrorismo, un ataque informático que deja en jaque los sistemas y que necesita una inmediata repuesta de las víctimas para contrarrestar la acción y evitar la paralización de sus actividades.

Esos ataques, a los que todos estamos expuestos, están ocurriendo cada día con más frecuencia en todo el mundo, no importa en donde, a todos nos puede tocar, hasta en nuestra simple cuenta de ahorro. Y todo porque algunas transnacionales, bancos y entes gubernamentales, no actualizan sus sistemas digitales y no tienen en cuenta esos peligros tecnológicos. Por si fuera poco, no cuentan con los denominados “guardaespaldas virtuales”.

El ingeniero informático venezolano Rafael Núñez Aponte no tiene problemas al afirmar que Venezuela requiere que nos amparemos en “los guardaespaldas virtuales”, para que protejan nuestros datos en la red de los hackers.

Recordó, en uno de tantos ejemplos, el caso de la ciudad de Baltimore, en Estados Unidos, en donde un grupo de cibercriminales penetraron los sistemas informáticos de pagos de servicios públicos de la ciudad, ubicada a tan solo 56 minutos de Washington, secuestrando la data y paralizando la actividad administrativa durante un mes.

Venezuela: en riesgo latente

¿Puede ocurrir en Caracas? La respuesta es afirmativa.

En Baltimore lo hicieron así: funcionarios de la oficina estatal recibieron un mail que invitaba a ingresar a una web conocida, pero en realidad se trataba de una suplantación. Al abrir el link, los hackers obtuvieron acceso ilimitado a los ordenadores y se apoderaron de los datos de todos los usuarios.

Explica Rafa Núñez que este tipo de ataque, denominado phishing, es el método más común en la actualidad y lo ejecutan grupos criminales en el mundo cibernético.

Agrega que los terroristas cibernéticos usaron un virus llamado ransomware, o secuestrador de datos, que actúa como un caballo de troya a través de robots que buscan aleatoriamente sistemas vulnerables.

Una vez dentro del ordenador que ha infectado, el virus impide o restringe a los usuarios acceder a su sistema y archivos personales, pidiendo un rescate a cambio para recuperarlos. En la pantalla del equipo aparecerá la exigencia del pago en bitcoins, dólares, euros o libras esterlinas. En resumen, un chantaje.

Nocivo para la reputación online

Los ataques de los hackers se diversifican a gran velocidad y están ocasionando pérdidas milmillonarias a instituciones y empresas en el mundo, y debemos estar preparados ya que penetrar una red no solo puede paralizar una ciudad o empresa, sino que evidencia que los sistemas no tienen protección y allí los terroristas de las digitales hacen sus incursiones obteniendo millonarias cifras de dinero.

“A veces es mayor el daño reputacional que ocasiona el hackeo. Para una empresa su reputación queda entredicho, es decir, cuán seguros son sus sistemas. Es invaluable y fundamental que sus clientes tengan confianza en sus sistemas de seguridad”, señala Rafa Nuñez.

Hoy, cuando llegamos al mes de agosto de este año, y los riesgos son mayores, los ciberterroristas están en alerta para dar su zarpazo y la recomendación a buena parte de las organizaciones y ciudades en el mundo es que resguarden sus sistemas informáticos con “guardaespaldas virtuales”.

Rafael Núñez Aponte enfatiza que se debe invertir en protección, ya que la cibernética mueve toda la información que gestiona un país, como son los datos eléctricos, satelitales, bursátiles, bancarios, financieros, servicios públicos y todo lo que esté relacionado a la informática, como su simple laptop y computadora de la casa.

Además, afirma que invertir en protección contra ataques cibernéticos es una exigencia sobre la que hay que concienciar a las personas y empresas. Es tan esencial como costearse un par de guardaespaldas ante la inseguridad personal o de bienes.

También aclara que el gasto destinado a activar mecanismos dependerá de cuánto se deba proteger, de la infraestructura o de la topografía de la red. En cibernética hay que preparar bien a los “guardaespaldas virtuales” para cubrir los sistemas.