¿TikTok es una amenaza para la seguridad?

La aplicación china de videos cortos TikTok tiene sus días contados en Estados Unidos, luego de que el Gobierno de Donald Trump decretara su prohibición por razones de seguridad nacional. El alegato de mayor peso para tomar una medida de este tipo se fundamenta en que esta aplicación se apodera de datos de los usuarios y puede sacar ventaja y provecho de ellos, aunque básicamente no se trata de nada muy distinto a lo que hacen otras plataformas o aplicaciones como FacebookInstagram o Google.

 

En realidad, todas las empresas detrás de estas aplicaciones, plataformas o sites se apoderan de los datos de los usuarios para hacer mercadeo dirigido y, de alguna manera, todas «espían» la vida de los usuarios, conocen sus gustos, preferencias e inclinaciones. Visto así, todas ellas son una amenaza para la seguridad y la privacidad de todos aquellos que las usen y, en todo caso, más bien se trata de una excusa para sacar del mercado a TikTok por razones políticas o comerciales.

 

No es un secreto que el conflicto entre Estados Unidos y China, que empezó a manifetarse con la guerra por los aranceles, ha escalado hasta otras esferas. A estas alturas, las dos potencias se enfrentan en el campo de la tecnología y las redes sociales, cuyo radio de acción es global y no tienen fronteras definidas, salvo las impuestas por órdenes ejecuitvas como las dictadas por los gobiernos de China y de Estados Unidos.

 

 

En el caso de TikTok, la Casa Blanca asegura que la aplicación plantea un riesgo nacional debido a los datos personales que maneja y por eso ha fijado un plazo para que la famosa app se vaya o cambie de manos, en una medida que resultaría absurda en otro tiempo, por no decir que escandalosa para cualquier empresa con inversiones en los Estados Unidos.

 

Ahora bien, si el problema de TikTok se terminara con su cambio de manos a una empresa norteamericana como Microsoft, eso quiere decir que lo que preocupa en realidad no es que se manejen los datos ni la seguridad privada de nadie, sino quien los manipula o los posee.

 

Y es que poner en tres y dos a una empresa con más de 100 millones de usuarios y que genera ganancias milmillonarias al año no es un mensaje que pueda ser visto con buenos ojos para sus aliados, sobre todo si se toma en cuenta que Estados Unidos siempre ha sido la nación usada como ejemplo de liberalismo económico y libre mercado.

 

Sea como sea, el Gobierno de EEUU no ha mostrado en público evidencias que respalden la necesidad de sacar de juego a TikTok y que demuestren, inequívocamente, que detrás de la aplicación se encuentran las autoridades de Pekín intentando espiar la vida de los norteamericanos ni infiltrando a sus autoridades. El propio secretario de Estado, Mike Pompeo, ha expresado que la decisión se fundamenta en «sospechas» de espionaje.

 

¿TikTok puede usarse para espiar?

 

 

Hay que empezar por decir que todas las aplicaciones de redes sociales tienen el potencial de manejar muchos de nuestros datos. Solo que esos parecen preocupar más cuando algunos gobierno, por la razón que sean, deciden pornerles el ojo.

 

Desde que EEUU puso su atención sobre TikTok, otros gobiernos también han empezado a recelar sobre ella. La India, por ejemplo, la prohibió dentro de su territorio en julio pasado y, en Latinoamérica, Colombia ha dicho que va a somerterla a escrutinio. Gracias a esto, otras aplicaciones de mensajería y chat como Baidu WeChat han entrado en la lista de posibles sancionadas con medidas de prohibición en varios países.

 

Nicholas Weaver, profesor de seguridad informática en la Universidad de California, indicó que este es más un problema político que de seguridad. Explicó que la app es muy popular entre los jóvenes, representa «una operación masiva de extracción de datos» pero ni más ni menos que las redes sociales estadounidenses. «Por supuesto que el gobierno chino puede acceder a él, igual que el gobierno de Estados Unidos», dijo.

 

En su opinión, estas plataformas no representan un riesgo particular, siempre que los usuarios sean conscientes del peligro. Wewaber cree que el mejor enfoque «no es una prohibición completa, sino comunicarse mejor con las empresas estadounidenses para llamarlas a estar atentas y configurar los sistemas gubernamentales para evitar los riesgos» de espionaje.

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