Los manejadores de la aplicación de mensajería Telegram creen que pueden estar en presencia de la migración digital más grande de la historia hacia su plataforma, luego de la deserción masiva que se evidencia desde la pionera app para este servicio WhatsApp.

“Es posible que estemos presenciando la migración digital más grande de la historia de la humanidad”, dijo su fundador Pável Dúrov. “La ya importante influencia de nuevos usuarios a Telegram se ha acelerado”, afirmó.

De acuerdo a Dúrov esta migración masiva, incluso, impulsó a los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a abrir sus cuentas en Telegram. Esta inesperada migración conllevará problemas de seguridad tanto para la app receptora como para los usuarios que decidieron cambiar de servicio a corto plazo.

Este cambio brusco en la preferencia de los tradicionales usuarios de WhatsApp fue una reacción al anuncio a su cambio en la política vinculada con la privacidad, con la intención de vincular los datos de los suscriptores de manera obligatoria a la red social Facebook, cuya propiedad es también de Mark Zuckerberg.

Bien porque esta obligatoriedad implicaba una modificación a las reglas ya suscritas por quienes usaban WhatsApp o porque, de algún modo, significaba entregar datos privados a la fuerza a otra empresa, lo cierto es que muchos de los usuarios de la app de mensajería más famosa decidieron cambiarse de plataforma.

En días pasados, millones de personas registradas en WhatsApp fueron notificadas sobre un cambio en sus términos de uso y condiciones de servicio a partir del próximo 8 de febrero. En pocas palabras, la empresa de mensajería informó a quienes viven “fuera de la región europea” que debían aceptar que la app comparta sus datos con Facebook si querían seguir gozando del servicio.

“La política de privacidad y las actualizaciones de las condiciones son comunes en la industria y estamos avisando a los usuarios con una amplia anticipación para que revisen los cambios, que entrarán en vigor el 8 de febrero”, dijo un vocero de Facebook.

Sin embargo, esta modificación desató una ola de protestas por aquello que la vieron como una violación en los términos de un acuerdo entre la empresa y sus usuarios, así como una vulneración de su privacidad. Esta ha sido, principalmente, la causa de la masiva migración a Telegram.

“Básicamente el cambio tiene que ver con que ya no podés optar por mantenerte fuera de la recolección de datos que hacen. Según dicen ellos, supuestamente no leen tus mensajes sino que lo que leen es la metadata. Pero la metadata principalmente es donde estás, en qué ciudad, en qué calle, con qué gente te hablás, de dónde es esa gente, etc. No saben el nombre precisamente, pero sí todo el resto. Y, como ya nos enseñó Snowden, eso de por sí es mucho peor de lo que parece”, explicó Guillermo Catalano, un experto argentino en tecnología.

Los usuarios se han pasado a la app Telegram y también a Signal, indignados por el cambio en las reglas. Al respecto, Elon Musk, el dueño de Tesla y SpaceX, no se mantuvo al margen de este hecho y en su cuenta de Twitter dio su opinión: “Usen Signal”.

Los números sobre la migración todavía no están muy claros, pero se habla de miles de usuarios descargando Signal en las tiendas de Apple y Google en los primeros días de enero y casi 2,2 millones de descargas de Telegram en el mismo período, según la empresa Sensor Tower.

Se mudan de Parler

Pero WhatsApp no ha sido la única que ha nutrido abruptamente a Telegram y a Signal de usuarios, ahora se ha sumado la app Parler a la ola de migración, pero por motivos distintos. Aunque para estas apps debería ser motivo de celebración la llegada masiva de usuarios, no hay que pasar por alto que, al igual que ocurre con las grandes migraciones geográficas, esta puede implicar también problemas.

Con Parler se da el caso de un cambio de servicio por razones de carácter político en Estados Unidos y un nuevo fenómeno de limitaciones en las redes que, según algunos analistas, podría salpicar a Telegram y a Signal si acogen a los usuarios que han encontrado trabas para expresarse a través de Parler.

Este fenómeno que ha alcanzado a las redes y los servicios de mensajería podría convertirse en un nuevo problema de seguridad para los usuarios, más allá del peligro sobre sus datos e información personal: la inseguridad de contar con un servicio susceptible de sanciones y con una estabilidad de funcionamiento en entredicho.