Los avances tecnológicos son maravillosos, ¿Quién podría decir lo contrario? Sin embargo, esta misma era de evolución trae consigo una serie de «trampas», como los deepfakes, que hacen que muchísimas personas, inclusos reconocidas, caigan en estas y cometan errores, que en ocasiones son garrafales.

Los deepfakes son una tendencia peligrosa que ahora existe en las redes sociales, y de las que se está hablando cada día con mayor frecuencia; se trata de aquellos videos en los que se usa la cara o voz de una persona, generalmente popular, para manipular una información, todo esto se hace con la utilización de inteligencia artificial (IA).

Figuras como Rihards Kols, responsable de la comisión de asuntos exteriores de Letonia, y Tom Tugendhat, presidente del comité de asuntos exteriores del Reino Unido, ya han admitido haber caído en la trampa de los deepfakes, pues estos sostuvieron conversaciones creyendo que era Leonid Volkov, aliado del líder opositor ruso Navalny, pero siempre estuvieron engañados.

El asunto es realmente serio para los europeos, incluso la policía ha emitido un comunicado en que reza:

«Los deepfakes son el uso más conocido de la IA como vector de ataque y actualmente no existe una solución tecnológica que se adapte a la medida para detectar eficazmente todo tipo de deepfakes«.

Tipos de deepfakes

Además es importante saber que los deepfakes son de diversos tipos:

• Deepface: Crea imágenes completamente falsas de un personaje y cuyo objetivo final sería crear un video de dicho personaje.
• Deepvoice: Justamente es el que busca imitar casi de manera perfecta la voz del personaje que se haya seleccionado, de hecho el primer delito se registró a principios del año 2019.

Vale resaltar que los primeros deepfakes nacieron en el año 2017, fue justamente un usuario del la plataforma Reddit publicó imágenes pornográficas falsas de artistas como  Gal Gadot, Taylor Swift, Scarlett Johansson, entre otros.

Un artículo publicado por el Grupo Atico 24 precisa que la amenaza de este tipo de actos es:

“Los deepfakes, junto con otros medios sintéticos y noticias falsas, es crear una sociedad de confianza cero, donde la gente no pueda, o ya no se moleste en distinguir la verdad de la falsedad. Y cuando se erosiona la confianza, es más fácil generar dudas sobre eventos específicos”.

De esta manera no queda duda de que la seguridad informática sigue siendo un peligro latente y que parece recrudecerse por aplicaciones que pueden emular un alto funcionario o persona conocida y hacer creer algo completamente irreal.