Policía y Amazon trabajan de la mano para combatir el crimen

Ring, empresa filial de Amazon y especializada en servicios de seguridad domésticos, ha admitido que colabora con 407 comisarías en Estados Unidos para facilitarles (el) acceso a las cámaras de seguridad de los usuarios.

 

En 2018, la empresa Amazon cerró una de sus muchas inversiones aparentemente infalibles: Ring, la start up dedicada a comercializar cámaras de vigilancia que permiten a sus compradores contemplar en tiempo real qué está sucediendo tanto en el interior como en el exterior de sus viviendas.

Su producto estrella, un timbre de videovigilancia que se instala en la puerta de cada hogar, cuesta menos de 200 euros y facilita un streamingpermanente del umbral de entrada, y solo abierto a cada usuario. A priori, una herramienta de seguridad perfecta. Así que puedes saber qué está pasando en tu casa en cada momento, estés donde estés.

 

El programa Ring Neighbours (Timbre de Vecinos) representa una asociación inusual entre la compañía tecnológica estadounidense y las agencias a cargo de aplicar la ley en ese país, a través del cual han ofrecido dispositivos Ring de forma gratuita o con descuento para los residentes como parte de los esfuerzos para la prevención del delito.

 

Ring, el fabricante de dispositivos comprado por Amazon en 839 millones de dólares, sostuvo que el timbre inteligente con vídeo y sus aplicaciones asociadas ayudan a mejorar la comunicación entre los pobladores y sus respectivos departamentos de policía.

 

La compañía dispone, entre algunos de sus productos, de un popular timbre que se conecta a una cámara de seguridad domótica (técnicas orientadas a automatizar una vivienda). Un ojo que ve a través de internet los objetos y las personas que se aproximan a las puertas de los usuarios.

 

Pero, a su vez, ha empezado a servir como herramienta para combatir el crimen o, al menos, a ayudar en investigaciones policiales. Miles de cámaras que trabajan con los cuerpos de seguridad, controlando lo que va recabando a su alrededor.

 

A través de la aplicación, es posible que las fuerzas del orden público puedan interactuar con su comunidad local. “Queríamos facilitar el trabajo sobre la seguridad entre todos los miembros de la comunidad e invitamos a las agencias locales a participar en esas discusiones”, añade.

 

Esto también incluye “divulgar información importante sobre crímenes y actos de seguridad en sus vecindarios” y “pedir ayuda en investigaciones activas emitiendo solicitudes de grabaciones de vídeo”, explicó Siminoff.

 

“Los vecinos y la policía local han logrado resultados sorprendentes al trabajar juntos a través de la aplicación Neighbours, desde sacar las armas robadas de las calles hasta ayudar a las familias a mantener a sus hijos seguros e incluso recuperar los suministros médicos robados para un niño diabético”.

 

Los usuarios reciben una alerta cuando el timbre suena o la cámara detecta movimiento y pueden ver la transmisión en vivo de su cámara usando una aplicación móvil. Los usuarios también tienen la opción de compartir imágenes en la red social pública de Ring, Neighbours, que permite a las personas denunciar delitos locales, discutir incidentes sospechosos y compartir videos desde sus cámaras, teléfonos celulares y otros dispositivos de Ring.

 

Aproximadamente un tercio de las publicaciones en Neighbours son por “actividad sospechosa” o “visitantes desconocidos”, dijo la compañía a The Washington Post. Alrededor de una cuarta parte de los mensajes están relacionadas con delitos y una quinta parte es sobre mascotas perdidas.

 

Preocupación por violación a la privacidad

 

 

A pesar de las declaraciones de la compañía, la colaboración entre la Policía y los sistemas de vigilancia provocó preocupación en la sociedad por la posibilidad de que esta cooperación suponga la violación de la privacidad de los usuarios de Ring. Así, el profesor de Derecho, Andrew Guthrie Ferguson, precisa que Ring aprovecha «los temores sobre delincuencia y seguridad» y de esta manera ha encontrado un método para desarrollar «una red de vigilancia completamente nueva» sin control que habría acompañado un proyecto semejante impulsado por las autoridades.

 

Por su parte, Evan Greer, del grupo de defensa de los derechos digitales Fight for the Future, opina que el proyecto representa «un modelo de negocio basado en la paranoia». «Es una red de vigilancia de gestión privada construida fuera del proceso democrático, pero lo están promocionando como cualquier otro producto, simplemente otra aplicación», subrayó.

 

Matthew Guariglia, de la agrupación Electronic Frontier Foundation, cree que el sistema se aprovecha de la gente por su miedo al crimen. «Esto crea un círculo vicioso en el que la policía promueve la adopción de Ring. Ring aterroriza a las personas para que piensen que sus hogares están en peligro. Luego Amazon vende más cámaras», subrayó.

 

Pero Amazon respondió. Y a esta información lo llamó noticias «engañosas» sobre el programa. Por otro lado, diferentes reportajes han descubierto como la mayor parte de acusaciones tienen un componente racial. Los sospechosos suelen ser afroamericanos, a menudo erróneamente identificados, lo que cierne la sombra de la duda sobre cualquier hombre negro que pase por la zona.

 

Es improbable que la participación de la policía estadounidense, célebre por sus sesgos raciales, contribuya a tamizar la victimización. Ring recuerda que sus moderadores eliminan las publicaciones «que no cumplen con nuestras pautas de la comunidad». No todos los usuarios se toman a bien que las compañías privadas trabajen directamente con los gobiernos. En especial si parte de la colaboración implica el manejo de información y datos personales. Por ejemplo, Apple, por un error en su sistema de reconocimiento facial, ayudó a enviar a un inocente a la cárcel.

 

 

El problema, según activistas defensores de la privacidad, es que el programa podría amenazar las libertades civiles, convertir a los residentes en informantes y perjudicar a personas inocentes, incluidos aquellos que los usuarios de Ring han señalado como sospechosos, sometiéndolos a una mayor vigilancia.

 

Para mayor preocupación, Amazon planea integrar su tecnología de reconocimiento facialRekognition, a Ring, lo que permitiría a los usuarios recibir información detallada sobre quién se acerca a la casa en tiempo real, “permitiendo […] identificar o no a las fuerzas del orden público, a la familia miembros, vecinos similares “, dice la patente.

 

Rekognition ha sido puesto a prueba con departamentos de policía sin las garantías adecuadas, y la aplicó a la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), provocando críticas tanto de los empleados y accionistas de Amazon como de los demócratas en el Congreso, que han enviado varias cartas al CEO de Amazon, Jeff Bezos, exigiendo más transparencia.

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